lunes, 8 de marzo de 2010

Periodismo itinerante

En el cuento «El estilo Yarkand», publicado en The Morning Post y luego en Animales y superanimales (1914), Saki se burla de cierta «fiebre nómada que se desató de pronto entre el personal de dirección y redacción de ciertos periódicos londinenses». El impulso migratorio se inició con el traslado de «uno de nuestros semanarios más brillantes» a establecerse temporalmente en París y llevó a su imitación en destinos cada vez más lejanos. La competición, según el relato, hizo que el Daily Intelligencer se adentrara en los desiertos de Asia central y estableciera su redacción en el oasis de Yarkand, en el Turquestán chino.


Esa región fue objeto en 1913-1916 de las exploraciones del arqueólogo húngaro-británico Aurel Stein (1862-1943), quien en una expedición anterior (1907) visitó algo más al este, en Dunhuang, las cuevas de Mogao, o de los Mil Budas, donde compró a un monje taoísta veinte y nueve cajas de manuscritos y objetos de arte; entre ellos, el que se considera libro impreso más antiguo que se conoce, el Sutra del Diamante (c. 868, hoy en la Biblioteca Británica). Sin embargo, la referencia inmediata de la ironía de Saki es una iniciativa de The Bystander, un semanario ilustrado que, desde su fundación en en 1903, se había dedicado a publicar noticias sobre la sociedad londinense. Vivian Carter, su director entre 1908 y 1916, decidió imprimir un sesgo más satírico a la publicación y contó en ese esfuerzo con la colaboración de Hector Munro.


En 1912, a Carter se le ocurrió además dar un aire más comopolita a la revista  (y aumentar con ello sus ventas) trasladando temporalmente a toda la redacción a diferentes capitales europeas, como París, Amsterdam y Berlín. Esa idea constituye la base del cuento de Saki.

La orientación satírica de Carter tuvo éxito. Durante la guerra, The Bystander gozó de gran popularidad, gracias principalmente a los dibujos del capitán Bruce Bairnsfather (1888-1959). Bairnsfather (nacido, como Munro, en la India británica) logró captar  la imagen del tommy británico de un modo que deleitó a su público. Con todo, en febrero de 1916, el semanario tuvo un grave contratiempo con la justicia, cuando se consideró que una de sus viñetas atentaba contra el honor y la moral de las fuerzas de Su Majestad. El propietario de la publicación fue multado con cien libras, y Carter y Bairnsfather, con cincuenta libras cada uno. El dibujo, que llevaba como título «Declarado desaparecido», era el siguiente:


Al parecer, cincuenta libras británicas de 1916 equivalían aproximadamente a las treinta y tres libras (500 rupias) de 1907 pagadas por Aurel Stein a cambio de sus tesoros turquestanos, unos 2.500 euros del 2008.


Fuentes:
GILLEN, Charles, H, H. H. Munro (Saki), Nueva York, Twayne Publishers, 1969.
GORDON, Thomas Edward, The Roof of the World, 1876.
GOSLING, Lucinda, Brushes and Bayonets: Cartoons, Sketches and Paintings of World War I, Oxford, Osprey Publishing, 2008.
SIMONIS, Henry, The Street of Ink. An Intimate History of Journalism, Londres, Cassell and Company, 1917.
STEIN, Aurel, Ruins of Desert of Cathay, 2 vols., Londres, MacMillan And Co., 1912.